Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su
hora. Eclesiastés 3:1
Todo tiene su tiempo, pero… ¿ya estás desesperado?
¿Cuándo fue la ultima vez que te sentiste desesperado? Tal vez cuando
perdiste algún documento importante, cuando nunca llegó la llamada que tanto
esperabas, o cuando no encontrabas la solución para ese gran problema,
cuando perdiste tu trabajo, el día que sentiste impotencia al no poder hacer
nada ante el sufrimiento de un ser querido.
Estamos acostumbrados a recibir respuestas inmediatas en estos modernos
tiempos, y por lo tanto condicionamos los tiempos de Dios, nos dejamos
arrastrar por la ansiedad de ver logrado lo que tanto anhelamos en el tiempo
en que según nosotros lo necesitamos; esta ansiedad descontrolada causa
falta de confianza en el Señor, creemos que Él dejó de escucharnos, que nos
ha dejado solos o dejamos de creer en su poder.
¿Qué puedes hacer si la ansiedad se adueñó de ti?
Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Salmo
40:1
A la ansiedad debes atacarla con la paciencia.
El ser humano tiende en tiempos de desesperanza a hacer dos
cosas:
- Buscar y refugiarse en Dios.
- Alejarse y tratar de llevar la carga con sus propias fuerzas.
Te pido por favor que no hagas lo último, sino que hagas lo que hizo el rey
David, él clamó al Señor por su ayuda y esperó pacientemente; no se
desesperó y afanó, sino que puso su esperanza en el Señor y con paciencia y
fe dejó que el Señor le contestara, según su voluntad y tiempo.
Después de orar y esperar, ¿Qué sigue?
Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan, Y digan siempre los que
aman tu salvación: Jehová sea enaltecido. Aunque afligido yo y necesitado,
Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te
tardes.
Salmo 40: 16-17
Alabar, sí, alabar mientras esperas. Darle la gloria a Dios es lo mejor que
puedes hacer, porque la alabanza trae gozo, y el gozo aumenta tu fe. En
medio de tu aflicción no dejes de alabar al Señor, porque Él es sabio y todo
poderoso, Él sabe lo que es bueno para ti, no ha dejado de escucharte, el
actuará a tu favor en el tiempo correcto.
La Conclusión de esta Reflexión Cristiana
Recuerda que, en medio de la aflicción, Dios no a dejado de tener un
propósito para tu vida, está situación no acabará contigo, el Señor tiene un
propósito para esa aflicción, no corras para alejarte, sino búscalo con más
intensidad, recuerda todas las aflicciones de las que anteriormente te ha
sacado, ¿Por qué no ha de hacerlo ahora? ¡Espéralo con paciencia! Pues Él te
dice:
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que
te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi
justicia.
Isaías 41:10
Esperamos que esta reflexión cristiana sea de bendición para tu
vida, agradecemos que puedas compartirla, que Dios te
bendiga.