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¿Por qué a la gente mala le va bien en la vida?

¿Cuántas veces no has sentido envidia de aquel que no conoce a Dios? ¿Te has sentido dolido, cuando ves lo bien que le va, a pesar que no le importa a quién daña a su paso? ¿Te da envidia que sea prospero en lo que hace, y tú, haciendo las cosas bien te va tan mal?

 

Vaya, parece que la mayoría de los cristianos nos hemos sentido identificados con estas y muchas más interrogantes parecidas, cuando vemos que, a los perversos, libertinos, chismosos, tramposos, a los que viven sin temor de Dios, a ellos les va tan bien, tienen abundancia de bienes, viven tranquilos, no se preocupan por el día de mañana, y tantas cosas que podemos decir.

 

¿Qué dice el Salmo 73, ante éstas preguntas que nos hacemos?

Veámoslo a continuación:

 

Ciertamente es bueno Dios para con Israel, Para con los limpios de corazón.

En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos.

Porque tuve envidia de los arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos.

Salmo 73:1-3 RVR1960

El salmista Asaf, empieza testificando que Dios es bueno con los limpios de corazón; y eso también lo sabemos tú y yo muy bien. Pero luego ilustra el resultado de perder la esperanza en Dios, podemos caer en pecado por no poner la mirada en Cristo y en las cosas eternas, sino solo ver la prosperidad de los impíos, esto nos puede llevar a perder la fe.

Porque no tienen congojas por su muerte, Pues su vigor está entero.

No pasan trabajos como los otros mortales, Ni son azotados como los demás hombres.

 

Les va bien sin esforzarse.

 

Se adornan con su orgullo y exhiben su violencia. ¡Tan gordos están que los ojos se les saltan! ¡En la cara se les ven sus malos pensamientos! Hablan mal de la gente; ¡de todo el mundo se burlan! Tan grande es su orgullo que solo hablan de violencia. Con sus palabras ofenden a Dios y a todo el mundo. ¡Pero hay gente que los consulta y cree todo lo que dicen! Piensan que el Dios altísimo no lo sabe ni llegará a saberlo. ¡Así son los malvados! ¡No se preocupan de nada, y cada vez son más ricos!

Salmos 73:6-12 TLA

 

Cuantas veces no hemos visto la descarada forma de vivir de esta gente, no le tienen miedo a la misma muerte y hasta gozan de buena salud. Les va tan bien y sin hacer ningún esfuerzo, sin trabajar duro para obtener alguna riqueza la obtienen. Este tipo de personas se vuelven soberbias, humillan a los que creen inferiores y débiles a ellos, son altaneros. No pasan hambre y tienen suficiente para satisfacer sus antojos. Planifican sus maldades. Se burlan abiertamente de Dios y del evangelio, su lengua es un chuchillo que hiere sin piedad.

 

Cuando nos comparamos.

Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, Y lavado mis manos en inocencia;

Pues he sido azotado todo el día, Y castigado todas las mañanas.

Si dijera yo: Hablaré como ellos, He aquí, a la generación de tus hijos engañaría.

Cuando pensé para saber esto, Fue duro trabajo para mí,

Salmos 73:13-16 RVR1960

Comparando nuestras vidas, muchas veces hasta la salud perdemos. Nos esforzamos muchísimo por obtener alguna ganancia y lo que obtenemos es fracaso. Cuantas veces no somos humillados, cuantas veces hemos pasado necesidad, hasta hambre. Tenemos temor de Dios, tratamos de hacer el bien y trabajamos por el evangelio. Sentimos que en vano seguimos a Dios y hemos guardado nuestro corazón por gusto, por más que nos esforcemos sentimos que Dios y la vida son injustos, pasamos dificultades por vivir en rectitud.

Deprimente contraste, imposible no frustrase ¿No te parece? ¿Cuántas veces no has llorado al ver todo esto? Pero, veamos lo que viene a continuación…

Entonces fui al santuario de Dios, y fue allí donde entendí cómo terminarán los malvados: Dios los ha puesto en peligro, y van hacia su propia desgracia. En un abrir y cerrar de ojos terminarán por ser destruidos; el terror acabará con ellos. Cuando Dios entre en acción, hará que sean olvidados como se olvida una pesadilla. Dios mío, yo estuve muy afligido; me sentí muy amargado. He sido muy testarudo; me he portado mal contigo: ¡me he portado como una bestia! A pesar de todo, siempre he estado contigo; tu poder me mantiene con vida, y tus consejos me dirigen; cuando este mundo llegue a su fin, me recibirás con grandes honores. ¿A quién tengo en el cielo? ¡A nadie más que a ti! Contigo a mi lado, nada me falta en este mundo. Ya casi no tengo fuerzas, pero a ti siempre te tendré; ¡mi única fuerza eres tú! Los que se apartan de ti acabarán por ser destruidos; los que no te sean fieles acabarán perdiendo la vida. Pero yo estaré cerca de ti, que es lo que más me gusta. Tú eres mi Dios y mi dueño, en ti encuentro protección; ¡por eso quiero contar todo lo que has hecho!

Salmos 73:17-28 TLA

¡Vaya! Qué gran final, revelador, y lleno de esperanza. Vemos cómo es que el escritor nos muestra su arrepentimiento, fue ante Dios y confesó su pecado, porque valoró lo mundano de la vida de los malos. Y Dios es su infinita sabiduría a los malos los deja actuar, les da rienda suelta, solo para ir tarde o temprano con sus propios pies rumbo al despeñadero, directo al sufrimiento, a su muerte, física y espiritual, todo lo que disfrutaron fue fugaz.

 

La Conclusión en Reflexiones Bíblicas

Ve a Dios cuando tengas sentimientos de amargura y envidia por los malos. Humíllate ante Dios y confiesa tu enojo. Porque Dios nunca te ha soltado, te a llevado de la mano en tu caminar con Él, nuestras lagrimas un día se convertirán en risas y nuestra desesperanza en canticos, un día le veremos cara a cara y toda lágrima Él enjuagará.

Nuestro cuerpo y corazón pueden decaer, pero no olvides que Él es nuestro sustento, nuestra roca, nuestro juez justo. Acércate a Él, porque Él es tu bien, tu esperanza, tu recompensa. Nunca dejes que tu ojo desee la suerte de los malos y te apartes de Él, porque su mano destruye a los que lo hacen.

 

Esperamos que este bosquejo o explicación sea de bendición para tu vida, agradecemos que puedas compartirla, y recuerda que todos los días aquí encontrarás una reflexión bíblica para ti, que Dios te bendiga.